En este escueto artículo vamos a ver unos cuantos neuromitos, falsas creencias y malentendidos que no favorecen la conexión entre neurociencia y enseñanza.
Un problema que suele surgir es tratar de aplicar de manera directa los resultados de algunos estudios científicos educativos en el aula. Y este error a la hora de interpretar dichos resultados, junto con otras cuestiones, ha hecho que aparezcan los neuromitos.
¿Cuáles son los neuromitos más arraigados?
Los neuromitos más asentados pero que no tienen un aval científico son los siguientes:
1- Estilos de aprendizaje.
Es cierto que las personas muestran preferencias por la recepción de la información por una vía sensorial en particular. Pero usarla en el proceso de enseñanza-aprendizaje no produce mejores resultados, ya que el cerebro después integra toda la información de las vías sensoriales para luego proporcionar experiencias completas y holísticas teniendo en cuenta todos los canales por los que el alumno recibe la información.
2- Periodos críticos.
Existen los periodos sensibles durante los cuales se facilitan algunos aprendizajes. Pero el cerebro es plástico y se ha demostrado científicamente que aprende constantemente. Se ha constatado la producción de neuronas en la edad adulta y en la tercera edad.
3- Cerebro izquierdo vs cerebro derecho.
Es verdad que hay áreas del cerebro que se especializan en determinadas tareas, pero es necesario que el cerebro trabaje en conjunto para integrar la información de modo óptimo.
4- Inteligencias múltiples.
Este neuromito podría tener cierta parte de verdad en la especialización de áreas cerebrales. Pero es muy simplista, reduccionista. No se ha podido demostrar empíricamente; tampoco se pueden medir con instrumentos fiables y válidos dichas inteligencias múltiples.
5- Los ambientes que son ricos en estímulos mejoran necesariamente el aprendizaje del niño.
Según los estudios científicos llevados a cabo, lo que se ha podido constatar es que, más que la estimulación adicional origine un aumento de conexiones sinápticas, sería más exacto decir que un entorno correcto y normal escolar da origen a más conexiones neuronales que un entorno precario.
6- Las puntuaciones en CI casi nunca cambian a lo largo del tiempo.
Se ha podido comprobar que el CI sí puede variar a lo largo de los años, tanto por procesos internos como por influencias externas.
7- La capacidad mental es hereditaria y no puede cambiarse debido al ambiente o a la experiencia.
A través de la educación, sí se puede modificar esa capacidad mental, aunque hay que matizar que los cambios (mejoras) suelen ser bastante modestos.
Y para los descreídos o quisquillosos, aquí dejo algunas referencias bibliográficas. Estudios científicos, nada de supercherías ni creencias baratas de marca blanca.
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