viernes, 12 de diciembre de 2014

¿Por qué nuestros hijos aprenden a ser agresivos?

               





  A continuación, se van a exponer algunas actitudes y acciones que hacen, o pueden hacer, que nuestros hijos e hijas tiendan a tener ciertos comportamientos más o menos agresivos.



-Los niños aprenden a comportarse agresivamente por observación de otros modelos agresivos.

-Los padres que castigan a sus hijos mediante violencia verbal o física se convierten en modelos agresivos para éstos.

-El niño que está expuesto a modelos de comportamiento agresivo, como la televisión, el cine o personas adultas representativas para él, tiende a ser agresivo.

-Si ante una misma conducta agresiva reaccionamos de diferente modo dependiendo de nuestro estado de ánimo, esa conducta se refuerza.

-Los padres poco exigentes que hacen siempre lo que el hijo quiere, acceden a sus demandas y le permiten una gran cantidad de libertad están fomentando futuros comportamientos agresivos.

-Los padres que desaprueban constantemente al hijo, que no suelen darle afecto, comprensión o explicaciones al tiempo que nunca dan razones cuando ejercen su autoridad, están fomentando los comportamientos agresivos.

-Cuando el padre regaña al hijo por un comportamiento agresivo y la madre no, o viceversa, ese comportamiento tenderá a repetirse.

-Los padres que desaprueban los comportamientos agresivos dirigidos hacia ellos, pero a la vez ignoran las conductas agresivas de sus hijos hacia otras personas, están fomentando dichas conductas.

-Las relaciones deterioradas entre los propios padres provocan tensiones que pueden inducir al niño a comportamientos agresivos.

-Las restricciones no razonables y excesivas, como por ejemplo “haz esto y no hagas aquello”, provocan una atmósfera opresiva que induce al niño a comportamientos agresivos.

-Residir en un barrio o pertenecer a un grupo donde la agresividad es vista como un atributo muy apreciado, tiende a potenciar la agresividad.

-La ausencia de estrategias verbales para afrontar un conflicto genera frustración, lo que a menudo conduce a conductas agresivas.

-Los niños que tienen muy poco desarrolladas las habilidades sociales básicas suelen tender a comportamientos agresivos en sus relaciones sociales.

  Para finalizar, habría que decir que lo anteriormente expuesto es únicamente una guía. Un determinado niño puede realizar algunas de las conductas citadas arriba, y sus padres actuar de la forma descrita en algunos de los trece puntos, pero que después no sea, en modo alguno, agresivo.
 En el mundo educativo (pedagogía, didáctica, psicología educativa, psicopedagogía, etc.) no siempre uno más uno son dos. 

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