Canadian Brass.
La música de cámara es un tipo de música culta ideada para un grupo reducido de instrumentos. En sus orígenes se interpretaba en una pequeña cámara, sala o habitación palaciega.
A la hora de realizar esta clase de música es importante recalcar que, normalmente, se ejecuta en un lugar o espacio no muy grande en una atmósfera de recogimiento e intimidad. No hay, en principio, ningún límite prefijado en cuanto al número de músicos, pero la mayoría de las composiciones van desde los dos intérpretes hasta los cinco, seis o siete. Este género de música se realiza como si se asistiera a una reunión en la que se disfruta de una audición musical.
Lo usual, sobre todo en la época del clasicismo, es que las composiciones de cámara estén pensadas para instrumentos de cuerda (cuarteto, quinteto…), pero también hay numerosas obras de los siglos XIX, XX y principios del XXI escritas para viento-madera y viento-metal, sólo viento-metal, cuerda y piano, viento-metal y piano, etc.
Algunos compositores y musicólogos piensan que el que hasta ahora no se haya compuesto para quinteto de metal se debe a que este tipo de instrumentos, por su potente sonido, no es adecuado para la atmósfera intimista que requiere la música de cámara. Ni que decir tiene que con estos instrumentos, además de interpretar pasajes potentes y con gran fuerza expresiva, también se pueden ejecutar innumerables pasajes y obras en esa atmósfera intimista que requiere la música camerística, con gran lirismo, recogimiento, introspección, suavidad, delicadeza, emoción y dulzura a la vez que con gran empuje emotivo y empaque sonoro.
Dentro del quinteto de metal, al igual que para el cuarteto o quinteto de cuerda u otras formaciones camerísticas, cada músico tiene que interpretar una parte diferenciada, y no hay un director visible. Tampoco se incluye en las obras a un solista que resalte de forma clara.
A lo largo del siglo XIX (sobre todo en la segunda mitad) y todo el XX fue variando la concepción que se tenía de la música de cámara, y se llegó a perder el sentido burgués y cortesano de sus inicios. Así, la música pasó de ser interpretada en los siglos XVII, XVIII y principios del XIX, en diferentes ocasiones y eventos, por músicos aficionados a convertirse a finales del XIX y todo el XX en algo de complicada interpretación que tenía que ser tocado por músicos con un enorme nivel musical. (En algunas composiciones contemporáneas ha de intervenir un director por la suma dificultad interpretativa de la partitura).
Dentro del género camerístico nos podemos encontrar, entre otros, con:
- Dúo de pianos.
- Dúo instrumental (piano y cualquier otro instrumento).
- Piano y voz.
- Trío de cuerdas.
- Voz, viola y piano.
- Clarinete viola y piano.
- Flauta, viola y arpa.
- Clarinete, violín y piano.
- Trío para trompa
- Cuarteto de cuerda (dos violines, viola, violonchelo)
- Cuarteto de cuerda con piano.
- Quinteto de cuerda con piano.
- Quinteto de vientos.
- Quinteto de cuerda.
- Quinteto de metal (dos trompetas, trompa, trombón, tuba)
- Sexteto de cuerda.
- Septeto para vientos y cuerda.
- Octeto de viento
Cuando un grupo instrumental de cámara está formado por más de nueve músicos, nos referimos a él como orquesta de cámara. La combinación de instrumentos puede ser muy variada, pero suele incluir como mínimo un representante de las distintas familias orquestales: cuerda, viento-madera y viento-metal, siendo la percusión opcional.
La orquesta de cámara precisa de un director.
El quinteto de metal (dos trompetas, trompa, trombón y tuba) nace en el siglo XX, y recurre sobre todo a transcripciones de compositores de todas las épocas, aunque ha habido algunos que han compuesto para este tipo de formación instrumental en épocas más modernas a partir de la segunda mitad del siglo XX y principios del XXI.
El quinteto de metal tiene su equivalente en el quinteto de cuerda.
Algunos de los compositores que han escrito y escriben actualmente para quinteto de metal son: César Cano, Ferrer Ferrán, José Alamá Gil y Gregory Fritze.
Un verdadero paradigma de quinteto de metal es sin duda alguna el grupo Canadian Brass, que fue fundado por Charles Daellenbach y Gene Watts en 1970; en su haber cuenta con más de 80 discos y un sinfín de giras por todo el mundo. Es una formación tremendamente versátil. Esta agrupación interpreta tanto obras de Bach, Vivaldi, Mozart o Beethoven como composiciones de jazz, ragtime, foxtrot, blues, pop o rock.
Además de emplear dos trompetas, trombón, trompa y tuba utilizan una amplia gama de instrumentos afines, como el fliscorno, la trompeta píccolo, el cornetín de pistones, el bombardino o eufonio, el helicón...
En las distintas interpretaciones descubrimos no sólo a grandísimos ejecutantes, sino a recreadores y repensadores de las obras de Haëndel, Haydn, Mozart, Bach, Beethoven, etc.
Son auténticos virtuosos. Algunos de los periódicos más importantes e influyentes del mundo, como The New York Times y The Washington Post, han alabado enormemente a este quinteto de metal durante varias décadas. Otras revistas especializadas han hecho lo mismo.
Desde la aparición de este grupo instrumental, la música de cámara se ha enriquecido mucho, ampliando la visión que hasta entonces se tenía de ésta. No hay sala de conciertos importante en el mundo que no haya tenido a este grupo musical interpretando muy buena música.
Es importante decir que también incorporan en sus espectáculos en directo un tono humorístico en determinadas piezas.
El repertorio que abarca la agrupación Canadian Brass va desde el renacimiento hasta la música contemporánea. Sus integrantes han realizado versiones muy interesantes, y a veces curiosas, de óperas, operetas, oratorios, cantatas, obras para órgano e incluso han tocado zarzuelas y pasodobles de manera magistral.
Otros quintetos de metal de renombre mundial, con excepcionales músicos, son Gomalan Brass (italianos) y Spanish Brass Luur Metalls (españoles).
A todas estas formaciones habría que añadir otras, como el septeto de metales austríaco Mnozill Brass: músicos virtuosos que incluyen en sus conciertos altísimas dosis de humor.
Merece la pena disfrutar con la música de todas estas agrupaciones. Es todo un regalo para los sentidos, el buen gusto y la sensibilidad.
BIBLIOGRAFÍA
MICHELS, U. (2003). Atlas de la música (Volumen 1). Madrid:Alianza.
MICHELS, U. (2003). Atlas de la música (Volumen 2). Madrid:Alianza
MILLÁN, A. (1991). La trompeta: historia y técnica. Murcia: Mater Música.
PHILIP, B. (1966). The trumpet and trombone. London: Graz.
SUÁREZ, P. (2004). Historia de la Música. Editorial Claridad, Bs. As.
Mnozill Brass
Spanish Brass Luur Metalls
Gomalan Brass
No hay comentarios:
Publicar un comentario