jueves, 25 de abril de 2013

Universidad y ciencia: ¿los nuevos dioses?


  




ALGUNOS GRANDES PEROS AL MÉTODO CIENTÍFICO Y A LA CIENCIA OFICIAL.



Todo lo que a continuación se expone es también perfectamente aplicable al mundo de la educación: pedagogía, psicología educativa, psicopedagogía, didáctica, neuropsicología aplicada a la educación, etc.


Paul Feyerabend (filósofo de la ciencia): el anarquismo filosófico.




    Según Feyerabend (1924-1994) no existen principios universales de racionalidad científica. El crecimiento del conocimiento es siempre peculiar y diferente y no sigue un camino prefijado o determinado.  Feyerabend defiende el valor de la inconsciencia y la anarquía en la ciencia. Este pensador sostiene que la ciencia es básicamente una actividad anarquista y que un anarquismo teórico no sólo es más realista y humanitario, sino que promueve mejor el progreso de la ciencia y la sociedad. 

   "No sólo los estándares científicos son peculiares a ciertas condiciones sociales e históricas, sino que debemos abandonar toda intención de evaluar una teoría comparándola con otra para encontrar la que es mejor. El único principio universal en la ciencia es que todo está permitido. El pluralismo teórico (proliferación de teorías diversas) es bueno para la ciencia, y la uniformidad teórica favorece el dogmatismo e inutiliza el poder crítico de los científicos. Un examen cuidadoso de la Historia de la Ciencia proporciona pruebas de que la idea misma de ciencia se ha visto modificada profunda y radicalmente muchas veces en su historia. De igual modo, los criterios de experimentación, verificación, observación, medición, etc., han sido transformados de una generación a otra de una forma que sugiere que cualquier juicio general  o universal que tendiera a agruparlos en una sola categoría sería un error. Esto nos lleva al principio de inconmensurabilidad, que es la imposibilidad de comparación de dos teorías cuando no hay un lenguaje teórico común. Si dos teorías son inconmensurables entonces no hay manera de compararlas y decir cuál es mejor y correcta."

     Feyerabend disiente de la idea de que la ciencia es la mejor o única forma de obtener conocimiento de la realidad. Según este filósofo, esto está propagado por los científicos mismos para garantizar su statu quo y el puesto privilegiado que tienen en la sociedad. Nada más lejos de la sociedad. No hay idea que no pueda, de algún modo u otro, aumentar nuestro conocimiento. No existe una sola teoría que dé cuenta de todos los fenómenos que se nos presentan. 

  Según Feyerabend, la ciencia, los mitos o la magia se encuentran más cercanos entre sí de lo que la ciencia está dispuesta a aceptar. La ciencia no es más  que una de las tantas formas de reflexión sobre la realidad que el hombre ha desarrollado, y no es necesariamente la mejor. La ciencia tuvo antaño una función liberadora del pensamiento, pero en la actualidad, se ha convertido en parte del statu quo y se ha vuelto tan opresiva como lo fue en su tiempo la iglesia. La separación del Estado y la ciencia sería otro aspecto a tener muy en cuenta.


 Feyerabend se apoya en Soren Kierkegaard y en diversos filósofos románticos y existencialistas para negar la racionalidad del mundo, o más bien la existencia de una Razón abstracta dominante. La ciencia es como el arte en el sentido de que no hay un "progreso" ni una "verdad", sino simples cambios de estilo. Proclama las virtudes del pluralismo cultural. Las ideas occidentales no son las mejores ni tampoco el ideal al que debe aspirar la humanidad.  No existen principios universales dentro de la racionalidad científica por lo cual el conocimiento no sigue un camino siempre igual, sino con peculiaridades que lo vuelven diferente de los demás. Es por esta postura que Feyerabend defiende tan arduamente la idea de que la ciencia esta llena de inconsistencias y anarquía, razones por las cuales afirma que sólo la crítica sustentada, la tolerancia a las inconsistencias y la absoluta libertad son las mejores herramientas para lograr que una ciencia sea realmente productiva.


    Así es como Feyerabend llega a la conclusión de que el éxito de una investigación no se da por la medida en la que se aplican las reglas y fórmulas generales, es más, ni siquiera se conocen explícitamente el método con el que se logró. Aquí podríamos recordar a Einstein que nos dice “La imaginación es más importante que el conocimiento”. 
 
    Pero Einstein no es el único con el que compartía ideas; con su maestro Popper también lo hacía. Esto se ve reflejado en una de las frases más célebres del mismo: “Soy profesor de método científico, pero tengo un problema: el método científico no existe”. La historia misma está llena de accidentes y curiosos eventos, esto demuestra la complejidad de las circunstancias reales y el carácter impredecible de las cosas. Por esto mismo la idea de un método fijo para cualquier evento es incongruente. Sin embargo, hay un principio que puede ser visto en cualquier circunstancia: todo sirve.

     No veía a la ciencia como algo perfecto y elevado; y por esto trató de ponerla al nivel de cualquier persona interesada. La ciencia sufre cambios, pero no progresa. La razón no lo es todo, y es mejor que vaya acompañada por la práctica; es más, deja entendido que a la razón se la debe considerar tan buena como a los sentimientos, ya que ambos provienen del mismo ser imperfecto: el ser humano.


   La razón y la práctica no son dos realidades distintas, sino partes de un único proceso dialéctico.



Thomas Kuhn: las estructuras de las revoluciones científicas.


    Para Kuhn (1922-1996), la Historia de la Ciencia se encuentra muy marcada por largos periodos de refinamiento estable, que él denomina "Ciencia normal", y que se ven sistemáticamente interrumpidos por cambios bruscos de una teoría a otra sin ninguna posibilidad de comunicación entre ellas. A estas bruscas interrupciones Kuhn las llama "revoluciones científicas.

     Los periodos de investigación científica normal se caracterizan también por marcadas tendencias conservadoras. Los investigadores son premiados no por su originalidad como por su lealtad al trabajo de confirmación de la teoría o "paradigma" dominante.

   
   La tenacidad científica es una de las características que define los periodos de ciencia normal. Esta tenacidad se manifiesta en la resistencia a cualquier manifestación externa y contraria al paradigma dominante.  Kuhn dice que la respuesta típica de los científicos al enfrentar una refutación experimental no es la de rechazar la teoría, sino la de retener dicha teoría modificando sus hipótesis auxiliares u observacionales. 

    El cambio de un modelo o paradigma a otro no ocurre debido  a que el nuevo paradigma responde mejor las preguntas que el antiguo; ocurre más bien, debido a que la antigua teoría se muestra incapaz de resolver las anomalías que se le presentan, y la comunidad de científicos la abandona por otra a través de lo que Kuhn ha llamado switich gestáltico


   Las revoluciones ocurren porque un nuevo logro o paradigma presenta nuevas formas de ver las cosas, crean con ello nuevos métodos de análisis y nuevos problemas a qué dedicarse. En la mayoría de los casos, las teorías y problemas anteriores son olvidados.


Karl POPPER: conjeturas y refutaciones.



     Karl Popper (1902-1994) rechazaría la posibilidad de elaborar leyes generales a partir de inducción, y sostuvo que en realidad esas leyes generales son hipótesis que formula el científico, y que se emplea el método inductivo de interpolación para, a partir de esas hipótesis de carácter general, elaborar predicciones de fenómenos individuales.  En esta concepción del método científico es central la falsabilidad de las teorías científicas (esto es, la posibilidad de ser refutadas por la experimentación). En el método hipotético-deductivo las teorías científicas nunca pueden considerarse verdaderas, sino a lo sumo no refutadas. Sin embargo, Mario Bunge ha señalado que la refutabilidad  o falsabilidad no puede ser el único sello de cientificidad, ya que entonces todas las teorías falsas tendrían que ser científicas, lo que es absurdo (un claro ejemplo es la astrología, refutada hace siglos sin que  fuera científica); la cientificidad supone mucho más que la comprobabilidad. 


    Popper afirma que el sujeto (hombres y mujeres) que conoce la realidad no puede "deshacerse" de sus expectativas, prejuicios y concepciones del mundo (social, histórico, físico...) al entrar en contacto con ella. Entonces, ¿qué ocurre con los recién nacidos? Para Popper, gracias a la información genética transmitida por sus padres, tienen ciertas formas, muy primitivas y básicas, de expectativas. Constantemente estamos elaborando teorías acerca del mundo y constantemente las estamos probando. No somos tabulas rasas recogiendo datos para después hacer teorías. No podemos serlo, pues, como ya se ha dicho, estamos en un mar de expectativas, prejuicios, concepciones, etc., que nos llevan a teorizar en cada momento sobre el mundo.  A estas teorías Popper las llama "conjeturas".


Imre LAKATOS



    Lakatos presenta su metodología de programas científicos de investigación como una visión mejorada del falsacionismo ingenuo de Popper. De éste toma la creencia de que el crecimiento del conocimiento científico  es racional y la convicción de que es precisamente la crítica el vehículo de tal crecimiento. De Kuhn toma la "tenacidad" de los que hacen ciencia y la importancia de contextualizar la explicación del crecimiento de la ciencia.
   Para Lakatos, hay que redefinir  lo que es refutación: ésta no sólo es probar que una teoría es falsa, sino tener otra mejor que la que ha sido refutada.



 Unas pinceladas sobre el método hipotético-deductivo.

    A pesar de todo, la ciencia ha demostrado ser la herramienta más fiable y principal, aunque no la única, para la adquisición de conocimiento cierto, y pone a nuestro alcance la capacidad de alcanzar conclusiones objetivas.
  Gracias a la ciencia, la humanidad ha podido salir de la ignorancia y la superstición en la que se hallaba siglos atrás. 
   El poder de la ciencia está en su método científico. Éste busca el conocimiento a través de la observación y el razonamiento estrictos de forma sistemática y con el objetivo de encontrar principios y leyes generales de validez universal.
   Cuando se aplica con rigor el método científico, únicamente puede quedar la verdad desnuda o lo más parecido a la verdad desnuda que es posible conocer en ese momento específico: una verdad provisional tan próxima a la certeza como se puede llegar. 
    El método científico se vuelve más fuerte cuando alguien lo emplea para demostrar  que una verdad establecida resulta ser falsa o incompleta: la ciencia posee esa capacidad de corregirse a sí misma de forma constante.

   Hay varias aproximaciones  al método científico. La clásica, que es en la que se basan todas las demás, es el modelo hipotético-deductivo, que consta de 7 pasos:

   1- Observar: se identifica y se delimita el fenómeno que se va a estudiar; se agrupan todos los datos disponibles.

  2-Crear un hipótesis: una que se tiene una visión global del fenómeno, se imagina una explicación razonable que lo describa en su totalidad. Esto se llama  hipótesis. Ésta debe ser formulada con absoluta precisión, sin ninguna ambigüedad en las palabras.

   3-Se hace una predicción: se ha de utilizar la hipótesis para predecir algo que ocurrirá en el futura si ésta es correcta, y se diseña un experimento para comprobarlo. La carga de la prueba recae siempre sobre quien afirma.

   4-Se hace el experimento: éste no debe estar diseñado para dar pábulo a la predicción, sino para demostrar su falsedad por todos los medios. Por decirlo de alguna forma, hay que ir con todas las fuerzas del mundo contra la hipótesis a ver si aguanta.

 5-Se vuelve al paso 1 hasta que no haya discrepancias entre los resultados de tus experimentos y las predicciones de la hipótesis. Sólo entonces se puede pasar al siguiente nivel.

  6-Extender, expandir, integrar: se buscan fenómenos análogos y se repite el proceso. Se profundiza. Finalmente se estará en condiciones de proponer una ley que explique las observaciones en su totalidad y que realice predicciones válidas para todos los casos.

  7-Formular una teoría: ésta es el último paso y engloba las leyes e hipótesis verificadas en un sistema de conocimiento completo, global, que se integra en el resto de la ciencia.


Conclusiones.

Mi opinión personal es que la ciencia es clave, fundamental, lo mejor y más "perfecto" que tenemos ahora para obtener conocimiento, pero sigue siendo muy limitada.


 Eduard Punset dice en uno de sus libros de divulgación científica: 


" A lo mejor, el ser humano no esté hecho para entender nuestro mundo, para obtener conocimiento; probablemente esté hecho para sobrevivir; nada más"



  Acabaré con una cita de Paul Feyerabend

  "La ciencia no es sacrosanta. El mero hecho de que exista, sea admirada y produzca resultados no basta para hacer de ella norma de excelencia."



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