Se creía hasta ahora que
la enseñanza musical dependía de las condiciones innatas (biológicas)
que las personas poseían. O sea, que unas personas son musicales y
otras no. Pero ciertos estudios van en la dirección de pensar que
todas las personas tendrían unas aptitudes y competencias mínimas
musicales para poderlas desarrollar en un futuro. Por esta razón, he
creído oportuno recomendar una breve bibliografía sobre esta
cuestión, sobre todo para aquellos que, sin ser expertos en el tema,
quieran tener su primer acercamiento.
Algunos estudiosos, como Sloboda (escritor, músico y psicólogo), creen que todas
las personas poseemos una capacidad para la competencia musical similar
a nuestra capacidad para el lenguaje. Las habilidades lingüísticas se
desarrollan naturalmente en todos los seres humanos, excepto en
circunstancias muy excepcionales. Igualmente, la aptitud musical podría
ser una característica universal de la Humanidad.
La Psicología
de la Música ha llegado últimamente a la conclusión de que, por ejemplo, no se puede
considerar “genio” a un buen instrumentista, sino más
bien “experto”: una persona que ha empleado numerosas horas de estudio
para llegar a un nivel de excelencia, pero cuyos mecanismos
cualitativos no difieren de los del resto de las personas. Otra cuestión
importante es ver que la pericia productiva musical depende del
contexto social en el que tiene lugar.
La Psicología
de la Música nos sugiere que los géneros y estilos de música determinan
un sofisticado desarrollo musical natural en todas las personas. La
idea central sería que en la sociedad hay distintos caminos para el
desarrollo musical y los individuos eligen qué ruta seguir. Si se
considera que todos los seres humanos de una misma cultura son expertos
receptivos, la educación audio-perceptiva consistiría simplemente en
aprender y desarrollar “lo que ya se sabe”. El estado
emocional de las personas que participan en una situación
educativa-musical es decisivo. Hay evidencias de que en los
conservatorios y escuelas de música no se dan, en muchas ocasiones, las
condiciones emocionales adecuadas. Por parte de los profesores, ciertas
actitudes distantes, rígidas e inflexibles no hacen más que enrarecer
el ambiente académico, y dificultan la enseñanza musical.
Para ofrecer
una educación audio-perceptiva humanamente viable hay que reconocer el
estado continuo de aprendizaje de profesor y alumno.
Habría
que remarcar también que las condiciones innatas (genéticas) sí que van
a tener su peso en los futuros músicos (intérpretes, compositores,
directores…). Sin negar el gran peso sociocultural, hay multitud de
factores que van a influir y a incidir en que una persona llegue a ser
un “experto”, “virtuoso” o como se le quiera denominar. Si se pudiera
hacer un estudio en el que se siguiera la trayectoria de un determinado grupo de
instrumentistas, por ejemplo, y que todos estos músicos estudiaran el mismo número de horas, con
los mismos profesores, idénticos métodos pedagógicos, etc., se
podría dar la ciscunstancia de que, muy probablemente, unos músicos avanzarían más que otros, consiguiendo
algunos de ellos ser unos verdaderos “expertos”, mientras que los
otros podrían llegar a hacerlo muy bien, pero sin alcanzar nunca un
altísimo nivel. Por tanto, se
podría intuir que el músico se hace pero también nace. En qué porcentaje nace y
se hace, no se sabe todavía. Los investigadores no están muy de acuerdo en esto. Esta cuestión es tremendamente complicada,
por el número tan ingente de factores que intervienen. Estos factores
están fuertemente imbricados y entrelazados, dándose una confluencia de
situaciones muy diversas y variadas que pueden desembocar en multitud
de realidades educativas y musicales.
En
cualquier caso, el lector podrá tener un pequeño acercamiento a estas
cuestiones si tiene a bien acercarse a esta pequeña lista de obras
sobre el tema:
- Cámara de Landa, Enrique (2003): Etnomusicología. Madrid: Instituto Complutense de Ciencias Musicales. ICCMU.
- Cruces, Francisco (ed.) (2001): Las culturas musicales. Lecturas de etnomusicología. Madrid: Trotta.
- Hargreaves, D.J., & Frega, A. L. (1998): Música y desarrollo psicológico (1ª ed.) Barcelona: Graó.
- LABAJO, JOAQUINA (1998): Ciudad y Música, Bidebarrieta 3, pp. 27-41
- SLOBODA, J.A. (1985): The musical mind. Oxford. Clarendon Press.
- SLOBODA, J.A. (1997): Pericia musical, en Orpheotron, n. 1, pp. 7-34.
- SLOBODA, J.A. (ed.) (1988): Generative processes in music. Oxford. Clarendon Press.
- SLOBODA, J.A.; DAVIDSON, J.W.; HOWE, M.J.A. (1994): Is everyone musical?” en The Psychologist, n. 7 (7), pp. 349-364.
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