En general:
1) Evitar etiquetas; por ejemplo: “no sabe hacer amigos”, “nunca juega con los niños “, etc. Esto sólo consigue afianzar en el niño/a una sensación de incapacidad para relacionarse con sus iguales y una pérdida de confianza en sí mismo/a.
2) Conviene conversar con el niño/a y hablarle sobre las cualidades que posee y que debe utilizar. Este tipo de charlas se deben llevar a cabo cuando el niño/a ha mantenido una relación positiva con otros niños.
3) Se deben favorecer las situaciones en las que el niño/a se encuentre con otros niños en un ambiente libre y atractivo como pueden ser los parques infantiles, los patios de juegos, etc.
4) No presionar al niño/a para que establezca cualquier tipo de relación ni obligarlo a acudir a determinados lugares comunes de los niños. Deberíamos favorecer el que se den situaciones en las que sean posibles estos contactos y el niño/a decida con quién juntarse.
5) Planificación de actividades de relación por parte de los profesores o educadores.
A nivel familiar, esto puede plantearse con vecinos o familiares hacia los que el niño/a presenta cierta atracción social.
A nivel familiar, esto puede plantearse con vecinos o familiares hacia los que el niño/a presenta cierta atracción social.
En el ámbito familiar:
1) Salidas al parque, y se deja al niño/a la mayor libertad posible en los juegos que escoge y a los niños a los que se acerca.
2) Conversar con el niño/a sobre cuáles son sus gustos preferidos y preguntar por sus
amigos y las cosas que hacen éstos en el colegio.
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